En un giro inesperado, el fiscal Hernán Bustos Rivas, titular de la UFI N°5 de Florencio Varela, solicitó abandonar la investigación del doble crimen de Josué Salvatierra (14) y Paloma Gallardo (16). A diez días del asesinato de los adolescentes, el caso aún no cuenta con sospechosos identificados, lo que ha generado creciente tensión en torno a la investigación. El pedido del fiscal está vinculado a presuntas amenazas recibidas por parte del abogado de la familia de Josué, Carlos Diéguez, quien según el fiscal, habría ejercido presión para que se investigue una hipótesis diferente a la oficial, que sugiere un robo seguido de homicidio.

En su solicitud formal al juez de Garantías, Adrián Villagra, Bustos Rivas expresó que las amenazas le causaron “trauma y tensión” y pusieron en riesgo su “buen nombre y honor”, factores que afectaron su desempeño en la causa. Por otro lado, desde la defensa de la familia de Josué, desmintieron las acusaciones de intimidación, asegurando que no hubo ningún tipo de presión sobre el fiscal.

A pesar de las tensiones dentro de la justicia, las familias de las víctimas continúan rechazando la hipótesis del robo. El abogado de la familia de Josué ha planteado que los jóvenes fueron asesinados por haber presenciado actividades ilícitas en la zona, en lugar de un simple asalto. Además, se ha especulado sobre la posibilidad de un ataque sexual a Paloma, con la implicación de que Josué la defendió antes de ser brutalmente asesinado.
Mientras tanto, las investigaciones siguen sin avanzar, y algunos todos los análisis han dado resultados negativos. La comunidad de Florencio Varela, conmovida por la tragedia, espera respuestas sobre lo ocurrido. La decisión final sobre el cambio de fiscal será tomada por el juez Villagra, lo que podría derivar en una modificación significativa en la dirección de la investigación.
