La muerte de Liam Payne, exintegrante de One Direction, conmocionó al mundo en octubre de 2024. El cantante falleció tras caer desde el tercer piso del Hotel CasaSur, ubicado en el barrio porteño de Palermo. A casi tres meses del trágico suceso, la Justicia argentina avanza en la investigación, que involucra acusaciones por suministro de drogas y negligencia.

El 3 de enero de 2025, Braian Paiz, ex camarero de un restaurante en Puerto Madero, fue detenido en su domicilio de Berazategui por agentes de la División de Investigaciones Especiales de la Policía de la Ciudad. Paiz está acusado de suministrar estupefacientes a Payne en dos ocasiones antes de su muerte. La jueza Laura Graciela Bruniard había dictado su prisión preventiva, junto con un embargo de 5 millones de pesos, y le dio un plazo de 24 horas para entregarse, el cual incumplió.
Ezequiel Pereyra, empleado del hotel CasaSur, también fue acusado de suministro de drogas al cantante. Las cámaras de seguridad del hotel muestran el momento en que entrega estupefacientes a Payne el día de su fallecimiento. Aunque se dictó su prisión preventiva y un embargo de igual magnitud al de Paiz, Pereyra no fue encontrado en su domicilio en Lomas de Zamora y permanece prófugo.

Otros involucrados en la causa
- Roger Nores: Empresario que acompañó a Payne durante su estadía en Argentina, está acusado de homicidio culposo y facilitación de estupefacientes. Nores no fue detenido, pero se le impuso un embargo de 50 millones de pesos y la prohibición de salir del país.
- Gilda Martín y Esteban Grassi: Gerenta y encargado del hotel, respectivamente, enfrentan cargos por homicidio culposo debido a su presunta negligencia al manejar la crisis de salud mental que atravesaba Payne antes de su muerte.
Evidencias clave
La investigación cuenta con pruebas contundentes, como:
- Chats de WhatsApp: Conversaciones entre Paiz y Payne, donde el camarero ofrece cocaína en distintas cantidades y acuerda entregas.
- Grabaciones de seguridad: Imágenes que muestran a Pereyra entregando drogas a Payne en el subsuelo del hotel.
El 16 de octubre de 2024, Payne atravesaba una crisis emocional cuando ocurrió la tragedia. La llamada al 911 realizada por el personal del hotel no evitó el desenlace fatal. Según la investigación, Payne habría consumido estupefacientes suministrados por Paiz y Pereyra en días anteriores, lo que agravó su estado mental y físico.
La jueza Bruniard busca esclarecer completamente los hechos y sancionar a los responsables. Este caso destaca no solo la problemática del suministro de drogas, sino también la necesidad de mayor control y responsabilidad por parte de las instituciones que deben velar por la seguridad de sus huéspedes.
Mientras las investigaciones continúan, se espera que el proceso judicial sienta un precedente en el manejo de situaciones similares, garantizando justicia para la familia y seguidores del artista fallecido.