Las benzodiazepinas, como Xanax, Valium y Ativan, han sido durante mucho tiempo una herramienta común para tratar trastornos como la ansiedad, ataques de pánico e insomnio. Estos medicamentos proporcionan alivio rápido y efectivo, pero lo que muchos pacientes no saben es que suspenderlos abruptamente puede tener consecuencias devastadoras para su salud física y mental. Este es un fenómeno que ha dejado a miles de personas lidiando con síntomas de abstinencia debilitantes y, en algunos casos, poniendo en peligro sus vidas.

Uno de los casos más impactantes es el de Tasha Hedges, quien tomó Xanax durante 20 años para tratar su ansiedad. Tras la muerte de su psiquiatra y la falta de seguimiento adecuado, su nueva doctora, sin considerar su historial médico, decidió suspenderle la medicación de golpe. El resultado fue devastador. Hedges experimentó síntomas como sofocos, sudores fríos, temblores y un miedo constante, todo mientras su cerebro luchaba por encontrar un equilibrio. A dos años de haber suspendido el medicamento, sigue lidiando con las secuelas.

El problema no es exclusivo de Hedges. Muchas personas en foros de apoyo como BenzoBuddies han compartido sus historias sobre cómo la interrupción de las benzodiazepinas les ha llevado a desarrollar dependencia física. De hecho, cuando se suspende la medicación, los síntomas de abstinencia pueden ser extremadamente peligrosos, y muchos médicos, temerosos de recetar estos medicamentos debido a sus riesgos y al estigma asociado, se niegan a continuar el tratamiento.

Según el Dr. Ronald M. Winchel, psiquiatra de la Universidad de Columbia, las benzodiazepinas generan una gran ansiedad tanto para los pacientes como para los médicos. A pesar de la eficacia de estos medicamentos para tratar afecciones de ansiedad y otros trastornos, su capacidad de dependencia y las complicaciones durante su interrupción son enormes, lo que lleva a los profesionales a cuestionar su uso.

La crisis no es nueva. Desde 2016, las recetas de benzodiazepinas han disminuido debido a preocupaciones sobre los riesgos, pero todavía se recetan en grandes cantidades. En 2019, los estadounidenses recibieron más de 90 millones de recetas para estos medicamentos. A pesar de las advertencias, muchos pacientes siguen tomando benzodiazepinas durante meses o incluso años, sin que se les realicen revisiones regulares sobre la necesidad de continuar con el tratamiento.

El proceso de dejar de tomar estos medicamentos requiere una reducción gradual de la dosis durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, muchos médicos no están bien capacitados para manejar la reducción gradual. Como resultado, los pacientes sufren efectos secundarios como dolores de cabeza, náuseas, depresión y, en casos extremos, pensamientos suicidas.

En 2023, se introdujo un término nuevo para describir los síntomas duraderos relacionados con la reducción o suspensión de las benzodiazepinas: Disfunción Neurológica Inducida por Benzodiazepinas (BIND). Los defensores de los pacientes que sufren estos efectos explican que con una reducción adecuada y monitoreada, los síntomas pueden ser minimizados, pero la falta de un enfoque común para la reducción gradual sigue siendo un problema importante.

Una de las principales razones por las que muchas personas no pueden dejar de tomar estos medicamentos es la necesidad de reducir la dosis de manera muy lenta. Algunos pacientes incluso han recurrido a métodos extremos, como raspar sus pastillas para reducir gradualmente la dosis.

Recientemente, la Sociedad Americana de Medicina de las Adicciones (ASAM) publicó nuevas directrices sobre cómo reducir de manera segura las dosis de benzodiazepinas. Estas directrices subrayan la importancia de un enfoque gradual que puede llevar más de un año, especialmente para los pacientes que han estado tomando estas sustancias durante un largo periodo. Sin embargo, muchos pacientes, como LaTasha Marbury, de Nueva York, tuvieron que enfrentar las consecuencias de una reducción demasiado rápida, lo que resultó en sufrimientos físicos y psicológicos.

El proceso de reducción de benzodiazepinas es un camino largo y complicado, pero es necesario. El Dr. Carl Salzman, profesor de psiquiatría de la Universidad de Harvard, señala que, cuando se usan de manera adecuada y controlada, estos medicamentos pueden ser efectivos. Sin embargo, es fundamental que los médicos comprendan los riesgos asociados con la reducción abrupta y trabajen de la mano con los pacientes para encontrar una solución más segura.

Al final del día, los pacientes como Marbury, Hedges y Jarreau muestran la importancia de una reducción planificada y supervisada, y de que los médicos comprendan que la dependencia de benzodiazepinas no es algo que se resuelva de la noche a la mañana. Los cambios en el enfoque de la prescripción pueden ayudar a salvar vidas y proporcionar un futuro más saludable para aquellos que dependen de estos poderosos medicamentos.

Por ny times :https://www.nytimes.com/2025/05/14/well/mind/benzo-withdrawal-symptoms.html

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