Una casa en el barrio de Coghlan, Buenos Aires, volvió a la escena pública por algo que nada tiene que ver con la música. Se trata de la propiedad que habitó el legendario Gustavo Cerati a principios de los 2000, mientras lanzaba su disco Siempre es Hoy.

La noticia que hoy conmociona: en mayo de 2025, durante obras de demolición, fueron encontrados restos humanos ocultos en una de sus paredes. El hallazgo incluyó huesos, un reloj Casio CA-90 (de los que incluían calculadora en los 80), una moneda japonesa, suela de zapato, un llavero… y muchas preguntas.

¿Quién era?
El Equipo Argentino de Antropología Forense determinó que se trataba de un varón adolescente de entre 15 y 19 años, estatura 1,77 m, talle 41 de zapato, brazos desproporcionadamente largos y dientes aún sin muelas del juicio.

¿Cómo murió?
La causa fue un ataque con un arma blanca entre la cuarta y quinta costilla. Y lo más escalofriante: el fémur izquierdo mostraba intentos de desmembramiento con una herramienta cortante, realizados hace más de 30 años.

¿Cuándo ocurrió?
Gracias al modelo del reloj hallado, los investigadores estiman que el crimen ocurrió entre 1982 y 1990. Por esta razón, Gustavo Cerati –quien alquiló la casa años después– queda completamente desligado del caso.

Entonces, ¿por qué se menciona a Cerati?
Porque esa casa era un punto clave en la vida del músico, y fue por eso que llamó la atención del público. Pero también porque ayuda a ubicar el crimen en el tiempo y el espacio. La propiedad pertenecía a Mariana Olmi, artista plástica y amiga del músico, hermana del actor Boy Olmi.

¿Y ahora?
La policía porteña y la fiscalía abrieron una causa por homicidio agravado, y trabajan para establecer la identidad del joven y quién pudo haberlo asesinado y ocultado en una pared, sin dejar rastro durante décadas.

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