Los hechos ocurrieron el 28 de diciembre de 2021, cuando Moyano se presentó en la casa de Gallo. Al negarse a abandonar el lugar, comenzó a golpearlo, causando lesiones graves que incluyeron un corte en la cabeza. Posteriormente, ingresó a la vivienda y utilizó un bidón de nafta para prender fuego a varios vehículos en el garaje, lo que resultó en la destrucción del lugar y causó daños colaterales a una habitación cercana.

El juicio fue grabado por varias cámaras de seguridad, lo que sirvió como evidencia contundente en su contra. La jueza se enfatizó que la condena de prisión es un paso significativo hacia una justicia más equitativa en casos de violencia de género, destacando que la violencia no tiene género y que el enfoque debe estar en la víctima.

Moyano no solo enfrenta una condena penal; También deberá afrontar otra demanda presentada por la madre de los hijos de Gallo, quien la acusa de causar daño psicológico grave a los menores. Durante su relación de dos años con Gallo, las peleas se volvieron habituales y culminaron en esta tragedia.

A pesar de su condena, el equipo legal de Moyano anunció su intención de apelar la sentencia, argumentando que hubo manipulaciones en la evidencia digital presentada durante el juicio y que se debería considerar una condena condicional en lugar de la prisión efectiva. Mientras tanto, Moyano continúa en libertad, monitoreada con una tobillera electrónica, a la espera de que sus defensores logren revertir la sentencia.