Cate Blanchett ha revelado que su participación en la trilogía de El Señor de los Anillos no fue acompañada de una compensación económica significativa. En una reciente entrevista en el programa What Happens Live con Andy Cohen, Blanchett sorprendió a la audiencia al comentar que, a pesar del éxito y la popularidad de las películas, no recibió una paga considerable por su papel como Galadriel.

La actriz explicó que su compensación fue mínima, mencionando con un toque de humor que lo único que recibió fue una generosa oferta de sándwiches gratis y la oportunidad de quedarse con sus icónicas orejas de elfo. Blanchett reveló que aceptó el papel con un salario reducido con la esperanza de recibir un porcentaje de la recaudación de las películas, una expectativa que nunca se materializó.
Blanchett comentó que su verdadera motivación para unirse al proyecto fue el deseo de trabajar con el director Peter Jackson, conocido por su trabajo en Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro. Esta situación no es única en la industria cinematográfica, donde muchos actores y actrices aceptan salarios reducidos con la esperanza de que el éxito del proyecto les proporcione mayores oportunidades en el futuro.
La revelación de Blanchett resalta una realidad común en Hollywood: incluso los actores de renombre pueden enfrentarse a compensaciones que no reflejan adecuadamente su contribución al éxito de una película. Esta experiencia también ilustra la disparidad de género en la industria, donde las mujeres a menudo reciben menos remuneración en comparación con sus colegas masculinos.
El testimonio de Blanchett se suma a los comentarios previos de otros actores de la saga, como Orlando Bloom, quien también recibió un salario modesto por su papel de Legolas. La experiencia de Blanchett y Bloom sugiere que, a pesar de la fama y el éxito, la compensación en la industria del cine no siempre está alineada con el reconocimiento y la popularidad que los proyectos alcanzan.