Casandra “Cassie” Ventura, expareja de Sean “Diddy” Combs, se convirtió este martes en el testigo central del juicio por tráfico sexual que enfrenta el productor musical en Nueva York. Su testimonio fue tan crudo como perturbador: narró años de abusos físicos, sexuales y psicológicos, bajo una dinámica marcada por el miedo y la sumisión.

Ventura, quien mantuvo una relación con Combs durante 11 años, relató cómo era forzada a participar en lo que él llamaba “Freak Offs” —encuentros sexuales grupales que, según dijo, eran filmados por el propio artista—. Entre los hechos más humillantes, señaló que era obligada a tener relaciones sexuales durante su período y que, en más de una ocasión, le orinaban encima, incluso en la boca.

“Sean lo esperado. No creo que nadie quiera hacer eso”, dijo al jurado, visiblemente afectado. Afirmó que en esos episodios también participaban hombres contratados, y que nunca hubo una conversación sobre consentimiento: “Lo excitaba. Así que sucedía”.

Durante el testimonio, Ventura aseguró que muchas veces estaba drogada y sin capacidad real de negarse. “No tienes mucho control cuando hay dos hombres mirándote mientras orinas”, afirmó. Además, contó que después de estos encuentros era ella quien debía limpiar la habitación, normalmente cubierta de orina y sangre.

La fiscal federal adjunta Emily Johnson también mostró un video de vigilancia en el que se ve a Combs golpeando y pateando a Ventura en el ascensor de un hotel, en 2016. Aseguró que el productor lideraba una red criminal destinada a reclutar mujeres, drogarlas y explotarlas sexualmente.

Por su parte, la defensa de Combs —a carga de Teny Geragos— sostiene que todas las interacciones fueron consensuadas y que la relación con Ventura, aunque compleja, no fue forzada.

Combs, arrestado en septiembre de 2024, se declaró inocente de todos los cargos, que incluyen tráfico sexual, crimen organizado y transporte con multas de prostitución. En caso de ser encontrado culpable, podría enfrentar cadena perpetua. Actualmente permanece detenido en el Complejo Metropolitano de Brooklyn.

El juicio recién comienza, pero el testimonio de Cassie ya marcó un antes y un después. Para muchos, no se trata solo de juzgar a un hombre poderoso, sino de poner al descubierto el oscuro entramado de violencia que puede esconderse tras la fama.