En un juicio por jurados que sigue en curso, Brenda Agüero, la enfermera acusada por las muertes de cinco bebés en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, declaró este martes ser “inocente”. Durante su intervención, Agüero negó su responsabilidad en los homicidios que la fiscalía y la querella le imputan, asegurando que fue “perseguida” por la prensa, que según ella, le creó una imagen negativa.

La acusación principal en su contra es que intoxicó a los recién nacidos con inyecciones de potasio y otros medicamentos tras el parto, con el objetivo de “destacarse” en su trabajo. Este accionar provocó la muerte de cinco bebés, mientras que otros ocho sobrevivieron pero quedaron con secuelas graves. La fiscalía sostiene que la enfermera, como parte de una serie de homicidios, administró esas sustancias en un intento de sobresalir ante sus compañeros y jefes.

Agüero enfrenta cargos de homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado, y de tentativa de homicidio en relación con los bebés sobrevivientes. A lo largo de su declaración, la acusada aseguró que “no podría volver a tocar a un niño” hoy en día, refiriéndose a su amor por la profesión y su dolor al ver cómo su carrera terminó de forma tan trágica.

La enfermera también mencionó el impacto negativo que ha tenido la cobertura mediática sobre su caso. “Me hicieron muchísimo daño. Salieron a decir un montón de cosas que no eran ciertas”, afirmó, refiriéndose a los rumores sobre su supuesta “condición psiquiátrica”. Agüero enfatizó que pasó por ocho pericias médicas y en ninguna se encontraron pruebas de que estuviera enferma mentalmente.

Sobre su entorno laboral, Agüero expresó cómo la tragedia que envolvió las muertes de los bebés arruinó su vida, ya que su objetivo siempre fue trabajar en Neonatología, un área que considera fundamental en la atención a los pacientes más vulnerables. “Nunca jamás le hice daño a nadie, mucho menos a un niño”, afirmó, defendiendo su integridad personal y profesional.

A pesar de su testimonio, el fiscal Raúl Garzón y su equipo sostienen que Agüero fue la responsable de los homicidios al administrar de forma deliberada sustancias peligrosas a los recién nacidos, todo con el fin de “detectar los síntomas antes que sus colegas” y así sobresalir en su trabajo. El juicio, que se desarrolla con 10 imputados, podría extenderse hasta junio de 2025.