Después de años de disputas legales, Angelina Jolie y Brad Pitt finalmente llegaron a un acuerdo de divorcio, poniendo fin a una batalla que comenzó en 2016. La separación, marcada por intensas negociaciones y controversias, incluyó temas como la custodia de sus hijos y la disputa por la propiedad de Château Miraval, un viñedo en Francia valorado en 164 millones de dólares.

La actriz, a través de su abogado, expresó su alivio al cerrar este capítulo, aunque reconoció el agotamiento de este largo proceso. Por su parte, Pitt se mantuvo reservado, sin realizar comentarios públicos sobre el acuerdo.
Aunque los actores fueron declarados legalmente solteros en 2019, las discusiones sobre la custodia y bienes continuaron, reflejando la complejidad de una relación que alguna vez fue icónica en Hollywood.