El 14 de junio, en una ceremonia discreta pero cargada de simbolismo, Huma Abedin y Alex Soros se casaron en la casa del magnate en Water Mill, Nueva York. Rodeados de un círculo íntimo de invitados, dieron un paso que no solo marca un nuevo capítulo en sus vidas personales, sino también en el tejido político e ideológico que ambos representan.
Aunque la cobertura mediática se centró en los detalles estéticos el vestido Givenchy marfil de Abedin, el esmoquin azul medianoche de Soros, el vitral neoyorquino como fondo, hay mucho más detrás de esta unión que lo que muestran las fotografías.
Huma Abedin no es una figura menor. Conocida como la asesora más cercana de Hillary Clinton durante décadas, fue jefa de gabinete del Departamento de Estado y posteriormente vicepresidenta de la campaña presidencial de 2016. Su carrera ha estado profundamente entrelazada con la maquinaria política demócrata, y por años se mostró una figura casi incorruptible en medio de las tormentas que rodeaban a sus jefes.
Pero su vida personal fue otra historia. En 2016, tras múltiples escándalos de sexting que involucraron a su entonces esposo, el excongresista Anthony Weiner incluido uno que derivó en una condena por enviar mensajes sexualmente explícitos a una menor de edad, Abedin solicitó el divorcio. El caso no solo arrastró a Weiner, sino que también afectó indirectamente la campaña de Clinton, ya que la investigación del FBI sobre los correos electrónicos de Abedin se reactivó a los días de las elecciones. Fue un golpe político y personal que la dejó expuesta y en silencio público por años.
Un nuevo comienzo… ¿y un nuevo símbolo?
Por su parte, Alexander Soros no ha vivido en las sombras, pero hasta hace poco tampoco era una figura protagónica. Hijo del multimillonario George Soros, Alex fue nombrado en 2022 como presidente de Open Society Foundations heredando no solo el control de una de las redes filantrópicas más poderosas del mundo, sino también el peso de un apellido que genera admiración en círculos progresistas.
Soros y Abedin se conocieron de vista desde hace tiempo. Pero fue en octubre de 2023, durante una fiesta en Nueva York organizada por Nicky Hilton Rothschild, que su relación tomó forma. Según ellos mismos relatan, compartieron una conversación profunda en un contexto poco propicio para celebraciones: apenas días después del ataque de Hamás a Israel y el inicio de la guerra en Gaza. Ella, musulmana de origen indio-paquistaní; él, judío de raíces húngaras. La conexión fue inesperada, pero potente.
Lo que siguió fue una serie de mensajes perdidos, llamadas, reencuentros diplomáticos (incluido el Foro de Doha) y finalmente, una cena. El resto, como dirían algunos, es historia… o al menos, parte de un relato cuidadosamente construido.
Aunque es indudable que hay afecto genuino, no se puede ignorar el contexto en el que esta unión se inscribe. Ambos son figuras centrales aunque no siempre visibles—del liberalismo internacional. Ella, con la experiencia, la disciplina y la resiliencia que otorgan años en la arena política. Él, con el capital (económico y simbólico) que implica ser el sucesor de uno de los actores más influyentes del siglo XXI en causas de justicia social, democracia y derechos humanos como lo llama su padre .
Su matrimonio parece también ofrecer una narrativa oportuna: reconciliación entre religiones, entre pasados fallidos y futuros prometedores, entre escándalos y reivindicación. En tiempos de polarización, violencia y desconfianza hacia las élites, la imagen de Abedin y Soros juntos puede funcionar como una especie de gesto curativo. O como una operación de comunicación calculada.
En definitiva, la boda de Huma Abedin y Alex Soros no es solo una unión entre dos personas. Es también un encuentro de símbolos, trayectorias y estructuras. Representa tanto una historia de redención como una consolidación de poder dentro del progresismo global. No es casual que los medios hayan evitado profundizar en este ángulo: es más fácil hablar del encaje del velo que de las alianzas estratégicas.
Pero quizás lo más interesante es lo que esta pareja puede llegar a representar en los próximos años. No tanto en el plano sentimental, sino en el político. En un mundo cada vez más gobernado por la narrativa, ellos ya tienen una potente entre manos.
POR NY TIMES https://www.nytimes.com/2025/06/18/style/huma-abedin-alex-soros-wedding.html
